Las imágenes de anaglifo o anaglifos, son una superposición de dos imágenes ligeramente distintas, que con un filtro adecuado para cada ojo (gafas 3D) son capaces de provocar un efecto tridimensional.
Nuestro cerebro es capaz de procesar la información espacial y las distancias de lo que vemos, porque cada ojo observa la escena desde un punto de vista distinto. Para imitar esto, podemos usar una imagen en rojo que no puede verse a través de un filtro rojo, y otra imagen en celeste que no puede verse a través de un filtro celeste. Al unir ambas imágenes, se obtiene un anaglifo, y podemos usar unas gafas con un filtro rojo para un ojo y otro celeste para el otro. De esta forma, cada ojo sólo puede ver una de las dos imágenes y así engañamos a nuestro cerebro que creerá que lo que vemos es tridimensional.
Investigué un poco sobre cómo superponer las dos imágenes, la roja y la celeste, y estuve haciendo pruebas, aunque usé la misma imagen en vez de dos imágenes desde puntos de vista distintos. Después de varios experimentos, me di cuenta de que el resultado tenía cierto atractivo estético. Es decir, que lo que conseguí no es un verdadero anaglifo y no se verá distinto si se mira con unas gafas 3D, pero sí queda bonito.
Aquí abajo puedes ver una imagen original y su anaglifo real, que puede verse con las gafas apropiadas. Debajo está el efecto de falso anaglifo que se puede ajustar con los botones de acercar y separar. Estos botones acercan o separan la imagen roja y la azul para resaltar más o menos el efecto.
Solo me queda por decir, que hacer un verdadero anaglifo es igual de sencillo, pero hacen falta las dos imágenes para combinarlas, pero también son fáciles de conseguir. Basta con hacer una foto desde un sitio y otra foto igual, en la misma dirección, pero moviendo la cámara entre 3 y 5 centímetros lateralmente. Es como si la primera foto fuese lo que ve un ojo y la otra foto lo que ve el otro ojo.